Como es costumbre desde ya lejanos tiempos, cuando llega Febrero el ambiente y la vida ribadense sufre una ligera transformación , se deja sentir en el interior de las personas una extraña sensación que resulta placentera, eufórica,que recarga las baterías y sobre todo que rompe con lo cotidiano,llega Don Carnal, cargado de alegría,burlas, desenfado, buen humor,ingenio y muchas ganas de vivir el Carnaval..
Pregón,disfraces,baile,cocido, cocho, filloas, charangas, desfile, Entroido,quema son palabras muy pronunciadas en estos especiales días de sano desmadre y derroche de buen humor.
Don Carnal nace,vive, en algunos lugares simplemente muere y lo entierran ,en otros lo ejecutan, lo condenan a la hoguera al mas puro estilo de la inquisición y dejan que el fuego purificador lo convierta simplemente en cenizas hasta que desaparece.
Las lloronas plañideras se deshacen en amargos y burlescos sollozos , vestidas en su mayoría de riguroso luto, mientras entre quejidos,.llantos y sollozos se entonan cantos de despedida acompañados por el son de las charangas.
-Adiós con el corazón ,que con el alma no puedo y al despedirme de ti y al despedirme me muero......
No hay por que sufrir, no hay por que llorar ,porque al fin y al cabo el año próximo de nuevo resucitara.